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La chicharrita del maíz, un nuevo desafío que exige estrategias integrales

La expansión de la chicharrita del maíz -Dalbulus maidis-, insecto vector del complejo de achaparramiento del maíz, es el principal problema agronómico de la campaña 2023/24. Santiago del Estero, Chaco, Catamarca, Tucumán, Salta, Córdoba, Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa reportaron presencia de esta plaga que según estimaciones de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires puede llegar a generar pérdidas de rendimiento mayores al 70 por ciento.

Se trata de un insecto que tiene entre 3 a 4 milímetros de longitud, de color amarillo pálido y con dos manchas redondas negras sobre el vértice de la cabeza. Entre los síntomas de achaparramiento, que se hacen visibles avanzado el ciclo, hacia R4, están el enanismo, la reducción de entrenudos, el enraizamiento excesivo, la presencia de multiespiga en varios nudos, y se presentan mazorcas y flores masculinas estériles, pero el signo más característico es el cambio de coloración de las hojas.

El ingeniero agrónomo Augusto Casmuz, investigador de la Estación Obispo Colombres, en Tucumán, dice que la chicharrita es un insecto endémico del norte del país y que allí se lo conoce desde la década de 1990, pero explica que en la última campaña hubo algunos factores que favorecieron su expansión y su llegada a regiones del centro del país. “Fue una campaña en donde los cultivos sufrieron mucho estrés hídrico, por lo que hubo mucho lote abandonado, entonces las poblaciones del insecto se mantuvieron, y además no se tuvo un invierno con frío muy intenso que corte su ciclo. A su vez, tuvimos un otoño muy lluvioso que favoreció el establecimiento de maíces guachos en muchos lotes por un lado y siembras escalonadas por otro. Entonces desde el arranque se comenzó a ver presencia de chicharrita en cantidades importantes”, dice, y luego agrega un dato relevante: el insecto puede migrar por sí solo 20 o 25 kilómetros, pero con la ayuda de los vientos se puede desplazar cientos de kilómetros.

Por su parte la investigadora de la Estación Experimental Las Breñas, del INTA -Chaco-, Macarena Casuso, quien ya lleva varias campañas siguiendo de cerca el problema en su región, explica: “Desde el punto de vista de las condiciones ambientales se registraron muy pocas heladas en el invierno de esta campaña en comparación a las ocurridas en campañas anteriores. Esta situación permitió la mayor supervivencia de algunos maíces en las zonas donde estaba presente la plaga. Teniendo en cuenta que el maíz es la única planta hospedera en la cual esta chicharra se reproduce, la disponibilidad de plantas de maíz es una condición para la mantención y multiplicación tanto del vector como de los patógenos que transmite”. Es decir que tanto el insecto vector como los patógenos que transmite son específicos del maíz, no sobreviven en otra especie.

Casuso detalla que una chicharrita puede sobrevivir sin alimentarse durante un periodo de hasta tres meses. Al haber maíz en la zona y no cumplirse un periodo de vacío sanitario, el insecto sobreviviente de la campaña anterior tiene la posibilidad de alimentarse y reproducirse, y a su vez transmitir a esas plantas voluntarias sanas las enfermedades asociadas al achaparramiento, con lo cual la descendencia que nace sana, al alimentarse de una planta enferma adquiere esos patógenos y de ese modo se va incrementando tanto la abundancia del vector como de las enfermedades que transmite.

Es por esto que desde el INTA Reconquista, Santa Fe, el investigador Diego Szwark remarca que para controlar la población del insecto, además de implorar por un invierno frío “es fundamental restringir el alimento para la plaga”. “Para esto hay que eliminar malezas gramíneas huéspedes y las plantas de maíz guachas o voluntarias para reducir la población invernante”, aclara.

Según explica, los individuos adultos de chicharrita se alojan en hojas o tallos y las ninfas jóvenes se encuentran preferentemente en las hojas jóvenes de cogollo de la planta, y las hembras ponen en promedio 480 huevos durante su vida.

“Su alta movilidad le permite colonizar rápidamente lotes recién implantados, durante la primavera las poblaciones crecen a medida que las temperaturas máximas se incrementan, alcanzando máximos poblacionales durante el verano”, detalló Szwark. Luego aconsejó “escoger materiales tolerantes al insecto vector y acotar, en lo posible, fechas de siembra para evitar que coincidan el período susceptible del maíz con los picos poblacionales de chicharrita”.

A su vez, según las condiciones climáticas, también recomendó aplicar curasemillas que protejan al cultivo durante los primeros 10 a 20 días. Szwarc explicó que, si bien las siembras de primavera escapan a la enfermedad, facilitan la reproducción del insecto y la enfermedad, lo que incrementa el riesgo para las siembras tardías de verano.

Casmuz afirma que los países que han sufrido de manera importante el daño producido por chicharrita destacan como la base del manejo la adopción de híbridos que tengan cierta tolerancia a las enfermedades transmitidas.

Respecto al control químico una vez afectados los lotes, en Argentina no hay productos registrados, pero desde Bayer se están redoblando esfuerzos de investigación y desarrollo para poder ofrecer soluciones en las próximas campañas. Mientras tanto, el foco está puesto en promover una mirada integral del problema para diseñar estrategias que abarquen diversas prácticas, como reducir al máximo la presencia de hospederos, trabajar en rotaciones, concentrar las fechas de siembra, tener un buen manejo de plantas voluntarias y utilizar genotipos con buen nivel de tolerancia.


Maíz tardío. Las 6 claves a tener en cuenta este año para asegurar rendimiento

En un año donde por factores climáticos muchas hectáreas de maíz planificadas para siembra temprana se están pasando a tardía, las condiciones están siendo muy desafiantes para el productor. La estabilidad de los genotipos, dicen los especialistas, va a ser clave durante esta campaña para obtener el mejor rendimiento.

“El fenómeno ENSO en fase niña está haciendo coincidir, en muchas regiones, un período de pocas precipitaciones con un perfil de suelo que presentó muy baja recarga en el invierno, por lo que estimamos que esta falta de humedad llevará el área de siembra tardía a aproximadamente un 60%”, señala Tomás Curutchet, Field Marketing de Bayer.

El maíz tardío es, por lo general, un planteo productivo con muchas variables a considerar. La elección de la genética y de los híbridos adaptados, por ejemplo, es clave para disminuir el riesgo y asegurar el rendimiento. Desde Bayer, recomiendan hacer foco en varias cuestiones.

Ambiente

Las siembras tardías, en un año promedio, tienen techos más bajos de rendimiento que las siembras tempranas, pero pisos más altos, sobre todo en ambientes restrictivos, donde el productor busca hacer coincidir el período crítico del cultivo con una menor probabilidad de stress hídrico. A su vez, el ambiente al que se expone un cultivo tardío se caracteriza por condiciones de radiación y temperatura relativamente inferiores durante el período de post-floración.

Estabilidad

Los híbridos de DEKALB muestran la mayor estabilidad de rendimiento del mercado a lo largo de diferentes situaciones de lote, viéndose menos afectados por los factores de estrés. Esto se debe a la selección de germoplasmas que se adaptan a condiciones ambientales extremas y aseguran el rendimiento frente a diferentes situaciones adversas.

Perfil agronómico

En las fechas tardías es muy relevante el impacto del quebrado. Cuando el cultivo alcanza la madurez fisiológica, este se magnifica, lo cual se asocia a las condiciones en las que se da el llenado de granos y a la mayor exposición del cultivo durante la cosecha, entre otros factores. En ese sentido, los ciclos largos potencian el quebrado, según se desprende de los relevamientos que hace Bayer en más de medio millón de hectáreas de alto riesgo, con focos importantes en el norte de Córdoba. “La performance entre los genotipos es muy variable. Muchos, para mejorar la performance del perfil agronómico, bajan densidad y resignan rendimiento. Nosotros creemos que la forma más efectiva de manejarlo es a través de la genética”, afirma Curutchet.

Tizón

El desarrollo del maíz tardío transcurre bajo condiciones climáticas propicias para el desarrollo del tizón foliar, por lo que esta enfermedad es hoy la principal preocupación sanitaria: hay más de un millón de hectáreas de maíz con zonas de alto riesgo de tizón y con pérdidas de rendimiento que pueden ascender hasta un 40% en focos de alta presión. Una buena estrategia de manejo, dicen desde Bayer, es conocer el comportamiento diferencial de cada genotipo. “Hay una amplia variabilidad en cuanto a la performance y tolerancia al tizón por parte de los diferentes híbridos del mercado. Nosotros tenemos un portafolio muy competitivo. Todos nuestros materiales en etapas pre comerciales son testeados en ensayos inoculados y específicos, donde generamos condiciones predisponentes de muy alta presión frente a la enfermedad, de forma tal de garantizar niveles muy altos de tolerancia”, explica.

Ciclo

Las ventajas de ciclo se maximizan en el maíz tardío, pues el cultivo se expone menos tiempo a condiciones adversas durante el otoño-invierno. “La gran mayoría de nuestro portafolio son ciclos intermedio-corto, entre 1 y 2 puntos porcentuales de diferencia en humedad a cosecha aproximadamente respecto a otros híbridos del mercado. Además de reducir el riesgo de exposición del cultivo, mejoran el margen del productor por achicar los costos de secada, en torno a los 2 y 3 dólares por tonelada de rinde”, detalla.

Tecnología

En aquellas zonas con alta presión de lepidópteros, la tecnología juega un rol fundamental para proteger y asegurar el potencial genético de los híbridos. En ese sentido, el año pasado Bayer lanzó la tecnología VTPRO4 y este año sumó al portafolio de DEKALB la tecnología Trecepta, que combina toda la nueva generación de híbridos de alta competitividad de la marca con la más amplia protección contra insectos. “Trecepta es la última innovación en genética y biotecnología y permite llevar a lo más alto el poder productivo del maíz”, concluye el especialista de Bayer.


Pro Carbono: el camino a la agricultura sustentable

El programa Pro Carbono, es una iniciativa de Bayer que además de promover prácticas sostenibles, puede aumentar el rendimiento y la rentabilidad de los cultivos. PRO Carbono apunta a aumentar el secuestro de carbono en el suelo mediante la adopción de prácticas agrícolas sustentables. Brindará herramientas para que productores y empresas reduzcan la huella de carbono de sus actividades. Apunta también a generar un mercado que premie a quienes producen de manera sustentable.

El objetivo del programa, a mediano plazo, es avanzar hacia la constitución de un mercado de carbono con los principales actores de la cadena e inversores de otros sectores, para consolidar una agricultura “carbono neutral” que apuntale el objetivo global de reducir las emisiones de dióxido de carbono.

Entre las herramientas que tendrá a disposición el productor, habrá una de validación socio-ambiental por medio de AgroTools, una empresa con amplia experiencia en Brasil y en Argentina. Su diagnóstico ayudará a los productores a validar sus prácticas y procesos. Se sumarán las herramientas digitales, a través de FieldView (la plataforma de Bayer), como facilitadoras de la utilización de datos, diagnósticos, mapas de productividad y recomendaciones de manejo. En el futuro se añadirá allí el mapa de carbono, indicaron los especialistas. ¿Cómo funcionaría con un lote en particular? Ese lote debe pasar una validación socio ambiental. Para eso se utilizará FieldView, plataforma que también servirá para compartir los datos del lote durante tres años. Al comienzo se tomarán muestras de suelo, para determinar el punto de partida en términos de fertilidad y carbono. Para el proceso, se asignará un consultor técnico, que hará un diagnóstico en base a la información recibida y se armará un plan de trabajo conjunto a tres años. El consultor ayudará en la implementación, para que el proceso sea exitoso, y al término del primer año se evaluarán los resultados, para considerar si el plan requiere algún ajuste.

La implementación se basará en la combinación de prácticas sustentables, como siembra directa, el uso de cultivos de servicio, rotación de cultivos y otros. Estas permitirán un mayor aporte de materia orgánica, minimizar la remoción del suelo e incrementar en él la diversidad de especies y microorganismos. Todo eso ayudará a aumentar el secuestro de carbono. Se sumarán estrategias de fertilización, adopción de híbridos y genética de alta performance, ajuste de densidad por ambiente y monitoreo permanente para tomar las decisiones correctas. En definitiva, el programa aportará cinco beneficios bien concretos, resumieron los expertos: diagnóstico socio ambiental para dar credibilidad y transparencia de cómo se hacen las cosas; datos digitalizados; muestras y análisis de suelo precisos; consultoría técnica profesional; y acceso a información estratégica a través de referentes y especialistas.

El programa PRO Carbono, de Bayer, será una herramienta clave para transitar por este camino de sustentabilidad que será ineludible en poco tiempo más para todos los actores de la cadena agrícola. Habrá que demostrar que se reduce el impacto ambiental. Quien no lo haga podrá adquirir bonos de carbono en el mercado, ofrecidos allí por quienes hayan podido reducir su huella. De esa manera, podrán hacer una compensación. Pero el camino apropiado, y el que ahora comienza a estar más al alcance de todos, es el que cada uno tiene que recorrer. Y Bayer puede ser, con PRO Carbono, un socio estratégico para transitarlo con eficiencia y buenos resultados, para llegar a la meta con los objetivos cumplidos. 

Conocé más en cropscience.bayer.com

 

 

 

 


La UBA en América

Apoyamos y acompañamos al Centro de Estudios Superiores de Rivadavia que brinda la posibilidad de estudiar la Carrera de Agronomía de la FAUBA en nuestra ciudad, construyendo una inmejorable  oportunidad para la generación de profesionales idóneos en la región.

Visita rector y profesores de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires a Agropulso
Recibimos en Agropulso al rector y profesores de la Facultad de Agronomía de Buenos Aires.

La Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires ya tiene su sede en América, gracias a la colaboración en común del Municipio de Rivadavia junto al sector privado, quienes apuestan a la educación como fuente de oportunidades.

Este proyecto público-privado continuará con la creación de un Polo Universitario y Productivo de Rivadavia. Con este propósito, se inició la remodelación y acondicionamiento de un antiguo molino, donde se construirá la sede y casa de estudios, destinándose un espacio común, de integración público-privada, donde puedan confluir el conocimiento y las empresas.

Salida a campo junto a los alumnos de segundo año de Agronomía junto a Robert Benech, director de FAUBA, y Gustavo Duarte, productor de América.

La gratuidad de la oferta permite que cualquier persona, más allá de su situación socio-económica, pueda iniciar la carrera, cerca de su lugar de residencia. Se podrá cursar los tres primeros años de Ingeniería Agronómica y materias comunes a la Lic. en Ciencias Ambientales.

Los alumnos reciben sus clases con los mismos docentes de la sede central de la FAUBA, a los que se suman profesionales, productores y empresas locales que aportan práctica y experiencia. También, se dicta el taller de Introducción a las Ciencias Agrarias, que consiste en recorridas por instituciones y establecimientos del distrito, abordando diferentes temáticas y con la participación de docentes y autoridades de la Facultad.


Maximizá tu rentabilidad en cada hectárea

FieldView es la plataforma de agricultura digital de Bayer que te ayuda a administrar tus labores de una manera más eficiente durante toda la campaña a través de servicios y soluciones innovadoras basadas ​​en la ciencia de datos. Cada campo es diferente y cada lote es único. FieldView proporciona datos agronómicos rápidamente, ayudándote a tomar las mejores decisiones de gestión y compra, y a optimizar aún más tus resultados. MAXIMIZÁ TU RENTABILIDAD, utilizá herramientas prácticas e intuitivas de visualización y análisis para evaluar el resultado de cada uno de tus lotes, ambientes y ensayos, y así optimizar la utilización de insumos e incrementar tu rendimiento.
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La plataforma de DEKALB donde encontrarás TODA la información que necesitás esta campaña

Descargate la app o ingresá en cultivio.com y conocela!

Cultivio es una herramienta que permite explorar los máximos potenciales de rinde que tiene la genética y aportan seguridad a la hora de tomar decisiones. La nueva versión trae algunas novedades…

●     Semáforo de aplicaciones: una vez generado el lote y completados todos los datos que se solicitan, se puede acceder al semáforo de aplicaciones, que permite ver de forma muy sencilla en qué horario es más conveniente aplicar fitosanitarios. Esto ayudará a evitar y reducir pérdidas que muchas veces se producen por deriva, lavado y evaporación.

●     Consulta con un experto: la plataforma brinda a sus usuarios la posibilidad de enviar una duda o consulta a un experto de Bayer, quien se comunicará con el interesado y responderá a la brevedad. Ese canal de comunicación está abierto todo el año y en cualquier horario. “Se trata de una atención personalizada cuando el productor lo necesite”, precisó Decia.

●     Recomendación de placa: para una mejor calidad de siembra, el productor puede ingresar los datos de lote de la bolsa de maíz y obtener la recomendación de la placa apropiada para su híbrido/grado.

Cómo ingresar

Se puede acceder a la plataforma a través de www.cultivio.com o bajando la aplicación para celulares. Se puede usar tanto de manera offline como online. Solo hay que generar un usuario y una contraseña, de manera muy sencilla, y rápidamente se puede aprovechar toda la información.

A través de Cultivio, los interesados también podrán simular la fecha de siembra estimada, considerar la expectativa climática del año (en función de si es neutral, Niño o Niña), la cantidad de agua disponible y la serie de suelo, para finalmente definir el ambiente específico que enfrentará el productor y elegir el híbrido ideal para enfrentar esa situación productiva.

Con toda esa información, la plataforma brinda, para ese lote y situación particular, un detalle de densidad y fertilización recomendada, buenas prácticas de manejo, la estimación de toda la fenología, el perfil defensivo y otras caracterizaciones para definir el mejor planteo técnico.

Cultivio

Fuente: Dekalb.com.ar


Agricultura digital: más kilos de maíz en ambientes heterogéneos del Oeste

Con las Prescripciones de Semillas FieldView, Marcelo Nicoletta alcanzó un plus de 950 kg/ha en América. Su próximo objetivo es trabajar con la prescripción de densidad variable en soja.

El oeste bonaerense tiene ambientes ideales para sacarle muy bien el jugo a la agricultura digital, especialmente en los campos con lomas y zonas quebradas y arenosas. Ya hay gente que la aprovecha a fondo. “En esta campaña, 100% del maíz se hizo con prescripción de siembra y fertilización variable, a través de FieldView”, cuenta Marcelo Nicoletta, productor y asesor en la zona de América.

Nicoletta se define como “fanático” de la tecnología agrícola y dice que es una gran ordenadora de datos, además de constituir el camino para ser cada vez más productivo. 

Sabe por experiencia propia que la aplicación selectiva de insumos genera beneficios económicos y ambientales. “Gracias al conocimiento ‘sitio específico’ en el que nos apoyamos, se logra una utilización muy eficiente de los recursos como semillas y fertilizantes, pero también bajamos sustancialmente la carga de principios activos utilizados para el control de plagas, malezas y enfermedades”, detalla.

Nicoleta tiene una impronta innovadora. No por nada es socio de AAPRESID y también está conectado con los grupos CREA. Todavía recuerda cuando avanzó con contratar el plan Plus de FieldView y recibió el Drive y un Ipad, que vienen con el paquete para aprovechar a fondo la plataforma de agricultura digital.

También recuerda que con una de las empresas que asesora se metió rápidamente en el nuevo paradigma de tecnología agrícola. Allí tiene a cargo unas 2.500 hectáreas agrícolas, en una rotación clásica de trigo/soja y maíz, que también incluye cultivos de cobertura o de servicio. 

“En la primera campaña arrancamos con un lote de prueba y franjas testigo, pero al comprobar las bondades y beneficios de la herramienta, todos los lotes de maíz del actual ciclo, el 2020/21, ya se sembraron con Prescripciones de Semillas FieldView”, describe.

Nicoletta inició su conexión con todo este universo digital como cliente de los maíces DEKALB. Los asesores comerciales del centro de servicios de Bayer en América pusieron a su disposición la herramienta de tecnología agropecuaria para que pudiera iniciarse en el manejo y familiarizarse con sus conceptos básicos. 

“Pero luego, ya con la licencia de FieldView Plus, fue posible llevar adelante la planificación, el monitoreo y las prescripciones con densidades variables que significaron un gran avance”, relata.

El establecimiento que maneja tiene maquinaria propia y una sembradora modelo 2018 equipada con el sistema de Precision Planting, con corte por sección y flujo por surco, para hacer densidad variable de semilla y dosis de fertilizante.

“Lo bueno es que es muy compatible con FieldView: nunca tuvimos problemas con la prescripción y la lectura de la computadora de la máquina, igual que con la fertilizadora automotriz”, dice el técnico.

En la campaña 2019/2020, la primera (que utilizó como testigo), le sirvió para poner a prueba la plataforma de tecnología agrícola y también para medir resultados en un lote donde se usaron las Prescripciones de Semillas FieldView junto a franjas sembradas con un planteo convencional. 

“Allí, con el mapa de rendimiento, pude establecer la respuesta en un maíz tardío, gracias a la franja testigo que cruzaba todos los ambientes con una dosis uniforme. El resultado mostró una diferencia promedio de 950 kg/ha en el rendimiento a favor de la prescripción variable”, recordó. 

Agregó que “este fue uno de los principales beneficios que nos decidió a volcarnos de lleno a las prescripciones en el 100% de la superficie de maíz”.

Nicoletta cuenta que esos 950 kg/ha se generaron, sobre todo, en los ambientes de menor calidad o mayor proporción de arena.

“Ahí los cultivos se deprimen mucho cuando el manejo es por densidad uniforme: puedo quedarme corto de plantas en el bajo más productivo o con una superpoblación en la loma. Al poder variar la densidad, donde más respuesta tuve fue en estos ambientes más restrictivos”, destacó.

En esta campaña, la siembra arrancó en la segunda quincena de septiembre, con el maíz temprano. Las herramientas de tecnología agrícola de FieldView tuvieron un rol clave en toda la campaña. El asesor enumera la secuencia que siguió, que tuvo su origen en una caracterización por ambiente de cada lote.

“La plataforma me marca ambientes de distinta productividad, pero luego yo los selecciono, los analizo, los puedo modificar y hasta incluso unir con otros sobre la base del conocimiento previo que tengo de ellos”, dice Nicoletta.

“Generalmente utilizo entre cuatro y cinco ambientes por lote, no más. En ese marco, la herramienta me da una recomendación de densidad que ajusto en base a los datos que ya conozco de cada ambiente. La mayor parte lo sembramos con materiales Dekalb 72-20 VT3P y 72-70 VT3P”.

Junto con la densidad de semilla, la prescripción indica la dosis de arrancador apropiada para cada ambiente.

Con el maíz tardío, que en su caso viene atrás de un cultivo de servicio con vicia o centeno, la lógica de manejo es similar. 

“Para la fertilización nitrogenada se hace la prescripción. Luego la saco de la plataforma, la exporto en un pendrive y voy a la fertilizadora de dosificación neumática, que aplica la cantidad determinada en cada ambiente”, detalla. 

“Luego, con el iPad, que ya tiene toda la información, voy cruzando los distintos ambientes y viendo la evolución del cultivo, chequeando la cantidad de plantas y la nutrición adecuada”, relata.

Agrega que después la usa “para hacer un relevamiento del cultivo hasta el momento de la cosecha, cuando se vuelven a sumar más datos con la información que proveé la cosechadora”, agrega.

“Empezamos con un caso testigo y ahora adopté la herramienta a fondo”, reconoce.

Pero Nicoletta ya dice que va por más. Este año, de cara a la campaña 2021/22, la idea es empezar a probar prescripciones de densidad de semilla variable en soja. “FieldView me lo permite y tengo la maquinaria apropiada para hacerlo, así que empezaremos a probar”, anuncia.

Mientras tanto, no descansa. Ya está realizando fertilización variable de nitrógeno en trigo y maíz y saca provecho de las múltiples ventajas de la agricultura digital. 

El monitoreo de campo y seguimiento de los lotes también cambió para él de manera definitiva: a través de los mapas satelitales puede conocer en tiempo real las áreas o ambientes con alta, media o baja biomasa dentro del lote, un recorrido online que le sirve para ir siguiendo la evolución de los cultivos.  

Como dice Nicoletta, es un fan de FieldView. No hay duda. Y también un hombre del que se puede aprender mucho. Por eso contamos su historia. Ojalá les sirva.


El programa sobre Mal de Río Cuarto, un eje clave para desarrollar los maíces DEKALB

Desde principios de la década del 80, DEKALB tiene su Campo Experimental Río Cuarto, Córdoba. La decisión no fue casual, ya que esa zona es el epicentro de la enfermedad conocida como Mal de Río Cuarto, cuya aparición suele causar estragos en los lotes maiceros. Allí se lleva a cabo desde entonces un trabajo que le permite a DEKALB desarrollar líneas de híbridos y hacerles una evaluación confiable para que sean resistentes a la enfermedad. Según Marcelo Melani, mejorador de Maíz de DEKALB, “desde el principio eso nos dio una ventaja importante, porque el maíz (presionado por la soja) comenzó a desplazarse hacia la zona oeste y DEKALB ya tenía materiales adaptados a esa región y, además, con resistencia a Mal de Río Cuarto”.

El Mal de Río Cuarto está limitado a la zona templada del país y, particularmente, la zona endémica es el oeste, que incluye el sur de Córdoba, La Pampa y el oeste de la provincia de Buenos Aires. Cuando la enfermedad se expandió más por la zona templada, llegó hasta el sur y norte bonaerense, el centro de Córdoba e incluso la provincia de Santa Fe.

La enfermedad generó grandes pérdidas en los cultivos de maíz en las campañas 1996/97 y 2006/07. Incluso en octubre de 2018 se generó una alarma en algunas zonas, porque se observó más presencia de chicharritas, el insecto vector de la enfermedad.

“Para mediados de noviembre pasado, la cantidad de chicharritas en el campo se quintuplicó con respecto al promedio -señaló Melani-. En nuestro Campo Experimental Río Cuarto contamos 26 chicharritas por metro cuadrado, cuando en primaveras con una presión normal o baja contábamos 5 chicharritas. Productores, técnicos y asesores zonales estaban alarmados porque veían esa cantidad por encima del promedio en el campo y se disparó la alarma”.

De todas maneras, el experto de DEKALB agrega que “no fue comparable con 1996/97 y 2006/07”. Pero precisa que “ahora los valores de incidencia fueron más altos y en lotes experimentales se vieron híbridos que son susceptibles con incidencias de hasta 40% y síntomas severos en las plantas. La productividad de esas plantas de maíz con síntomas severos de Mal de Río Cuarto es cero”.

Melani lo dice clarito: “si la presión de Mal de Rio Cuarto (incidencia y severidad) que medimos en lotes experimentales se hubiera producido en lotes comerciales, los productores que sembraron esos híbridos susceptibles hubieran sufrido severas pérdidas por la enfermedad”. En cambio, contó que los híbridos de DEKALB no fueron afectados por el ataque.

La resistencia a la principal enfermedad del maíz es una característica importantísima que se busca en los híbridos de la compañía. Pero no es la única.  A la hora de encarar un programa de mejoramiento de híbridos, se establecen tres grupos de objetivos, cuenta el especialista.

  • En el primer grupo, los objetivos son rendimiento en grano, estabilidad (altos rendimientos en una gran variedad de condiciones ambientales) y la mencionada resistencia a Mal de Río Cuarto.
  • El segundo grupo de objetivos está relacionado con las aptitudes agronómicas de los híbridos, tales como la resistencia al vuelco de raíz y que las cañas sean resistentes para que no se produzca quebrado. Otra característica agronómica que se busca es la tolerancia a las siembras con altas densidades, ya que éstas maximizan la productividad maicera.
  • Por último, los objetivos del tercer grupo se centran en que los híbridos sean resistentes a enfermedades que están por debajo del Mal Río Cuarto en importancia, tales como el tizón y roya.

Así, con objetivos claros y una gran historia que lo respalda, trabaja el programa de desarrollo de la marca de maíz más importante de la Argentina, con el objetivo de lograr los híbridos con menos enfermedades y más productivos, como es costumbre.


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